Eres tú, con quien puedo comunicarme sin palabras, con quien solo una mirada, una sonrisa es suficiente para decir, para improvisar, para huir, para soñar.
Solo me basta voltear a verte y que tus ojos coincidan con los míos para decir hola, te extraño, para tener una breve cita en el área del café de la oficina y poder cruzar un par de palabras frente a una multitud de orejas grandes, pero mentes cortas.
Es necesaria solo una sonrisa al pasar frente a tu lugar de trabajo para vernos por la tarde, salir de ese edificio y poder sentirte, olerte, probarte en una calle contigua, escondidos de las miradas curiosas, de las voces susurradoras.
La separación que debemos de tomar frente a los demás se borra con la luz que dan tus ojos mirándome fijamente, mientras esbozas una leve sonrisa y juegas con tu largo cabello, porque este lenguaje que hemos ideado para nosotros que debemos callar nuestras ganas, nuestros deseos, borra las distancias, los testigos, las barreras, los miedos, los complejos.
Eres tú quien alegra mis mañanas y me da esperanza de tenerte a mi lado por las tardes, aunque sea por un breve momento, la que ilumina mis días con una sonrisa y me cautiva con la mirada, por quien me alegro de asistir cada día a la oficina por solo esperar a verte, a rozar tu piel, a olerte y probar un poco de ti. Esperar que me digas con esos hermosos ojos que también tienes ganas de mí y que deseas mis labios tanto como yo los tuyos.
Pitágoras ideo el termino Cosmos como un todo armónico, comunicándose entre sí por medio de tiempos en sintonía y no puedo de dejar de considerar esa sintonía entre tú y yo dentro de este universo propio que empezamos construir con nuestra forma de comunicarnos, con solo una mirada todo se armoniza aun en medio del caos, no importa el lugar donde estemos, todo elemento a nuestro alrededor toma un orden, espacio, tiempo para que nosotros podamos pasar entre ellos y nos encontremos frente a frente, podamos tocarnos, sentirnos.
Eres tú, así te siento, así te pienso, quien con una mirada me hace suyo, con quien quiero encontrarme, con quien sueño encontrarme cada mañana, quien con una sonrisa desaparece el caos, el ruido de mi cabeza y me siento flotar en el espacio rodeado de estrellas junto a ti, donde solo existimos los dos y nada más.
Julio Cesar
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