Hoy debo dejarte ir, soltar tu mano para que cada uno retome su camino. Somos intrusos, aferrados a un recuerdo, a una idea de nosotros juntos que no sucederá nuevamente. Y no negare que añoro tu presencia, tu esencia, la luz que traes a mi vida, lo que me haces sentir aun estando lejos, pero después de tenerte en mis brazos y de ser inmensamente feliz a tu lado, lo quiero todo o prefiero la nada, y sé que eso lo que tendré de ti.
Tu paso por mi vida me dejo grandes enseñanzas, increíbles momentos y recuerdos inolvidables, saber que amar loca y apasionadamente es posible, que un amor puede ser efímero y eterno en si mismo, que me basta con cerrar los ojos para pensar en ti, detener el tiempo y amarte eternamente.
Pienso que en este universo que nos construimos con la gran explosión de nuestro amor, las orbitas de nuestras vidas ahora son ajenas, transversales, que se alejan una de la otra constantemente, aunque hay un punto de convergencia en el tiempo cuando estamos tan cerca que rozamos, eclipsamos, nuestra luz se une por un breve instante, pero después, continuamos cada uno por su camino distanciándonos cada vez más, con la esperanza de que en algún punto del recorrido de nuestra orbita, en el tiempo futuro volvamos a encontrarnos nuevamente al menos por un momento.
Hoy duele saber que no eres para mí, que no puedo tenerte a mi lado y no puedo probar de tu boca, duele saber que no puedo amarte ni abrazarte, aunque me consuela el saber que aun en el punto mas lejano de nuestras orbitas piensas en mi como yo pienso en ti, que me amaste tanto como yo a ti y eso hace que valga la pena.
Ambos sabemos que ahora es muy tarde, que por mas que lo forcemos lo nuestro no volverá a suceder, que nuestro tiempo se acabo y tendremos que conformarnos con los recuerdos de nuestra gran historia. Una historia que vale la pena contar, que vale la pena escribir, y que vivirá eternamente en mi memoria.
Hasta pronto mi amor, se feliz……
Julio Cesar
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